2008

El edificio se concibe como un Hito que redefine el entorno, una pieza tallada, una escultura para la ciudad, en la que sus volúmenes contundentes se recortan con una nitidez formal que adquieren un carácter plástico.
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El volumen exento en la parcela permite generar subespacios (que se repiten en el interior), y la imagen hermética, compacta, cerrada y grave al exterior se transforma en un espacio abierto, ligero, flexible y luminoso en el interior gracias a los patios -calles verdes que lo esponjan e iluminan.

El programa del Centro de Salud se desarrolla en dos plantas. Las distintas dependencias del programa se ordenan a partir de una trama ortogonal, lo que permitiría en un futuro ampliaciones, de 3,60 x 3,60 m aproximadamente que optimiza funcionalmente el edificio (estructura, usos,…). Es en esta trama, donde una serie patios-calles verdes, distribuidos linealmente en la planta baja, distribuyen espacialmente el edificio, produciendo la sucesión de estancias públicas y privadas.
Estos patios de Planta Baja se amplían y estiran, potenciando una relación interior-exterior vertical, en la planta superior en búsqueda de la mayor cantidad de luz reflejada, dando lugar a cuatro volúmenes “tubulares” entrelazados.

La relación secuencial de espacios y volúmenes interior, contrasta con la imagen más compacta desde el exterior. Las zonas de circulación se remansan en las zonas de espera y se solazan en los patios.
La imagen exterior compacta del edificio se interrumpe con un espacio vidriado y permeable que es la entrada al mismo. Dicha entrada esta potenciada y protegida con un porche. La entrada secundaria (área de atención continuada) permite un acceso, si se desea, independiente para la área de rehabilitación.
Una vez en el interior nos encontramos con un gran vestíbulo longitudinal con una sucesión de espacios a doble altura y con comunicaciones verticales que potencian la relación de ambas plantas. En dicho vestíbulo se encuentra la recepción e información y se rodea de patios que aumentan, aun más, su espacialidad, así como de elemento de comunicación vertical y de servicios comunes. Del mismo parten los diversos pasillos de circulación que permiten una clara orientación en el centro.
En los diversos pasillos distribuidores se ubican las zonas de espera de cada consulta o servicio protegidas por elementos ligeros que dando cierta privacidad y recogimiento no menoscabando la sensación de amplitud general.

La rotunda imagen exterior no es óbice para que todas y cada una de las dependencias tengan iluminación y ventilación natural gracias a la estratégica distribución de los patios-calles verdes en el ritmo de la trama generadora del edificio.
La imagen corporativa se acentúa y potencia con el uso de los colores corporativos (pantones azules) tanto en el interior como en el exterior.