2004

El edificio se formaliza a través de 2 piezas que se sitúan ortogonalmente una respecto de la otra, atravesándose entre sí y generando una serie de espacios a nivel de calle que nos permiten subdividir la parcela de tal manera que se cede parte del suelo como zona verde pública y el resto queda como zona verde privada vinculada a la edificación.

Además, el edificio se retranquea en sus cuatro fachadas respecto de los linderos una distancia de 3 metros como mínimo con el fin de conseguir que ese espacio libre fluya en torno a él.

El proyecto se ha entendido desde el principio desde una doble vertiente: por un lado se ha pretendido crear un edificio abierto al ciudadano , y por otro, que ese objeto tenga una cierta calidad arquitectónica en contraposición con las viviendas unifamiliares que lo rodearían.

Así, volumétricamente, el edificio se compone de 2 piezas longitudinales, apoyándose una sobre la otra y generando un espacio estancial al aire libre bajo la pieza superior que hace la labor de entrada.

Además, cada una de las piezas, como si se tratase de 2 cajas abiertas, ofrecen  una de sus fachadas largas completamente acristalada, conformando  frente a ellas , precisamente, el espacio verde de uso público.

Por otro lado, las cubiertas de la caja “inferior” hacen la labor de terraza para el disfrute de los usuarios del edificio.

Nos sumamos a esas mejoras proyectando un edificio de alta calidad y con una imagen alejada de los estereotipos habituales por la zona y que confiamos sea reconocido por los habitantes de San Javier.

Con esta solución pretendemos conseguir:

– Condición de calidad ambiental en el uso del suelo.

– Eliminación de barreras arquitectónicas, con la rampa de acceso y un aseo para personas de movilidad reducida..

– Estética de cierto racionalismo con toques compositivos neoplásicos y un marcado juego de luces y sombras, de macizo y de huecos.

– Un lugar de encuentro y de estancia al aire libre para poder aprovechar el clima suave de la zona (320 días de sol al año).